En una calle de nuestras letras, aún queda un vacío
y en cada parte se nota mucho frío...
Es la soledad la que ha venido hoy
y es el olvido que ha vuelto a mi corazón.
Mientras yo vivo y vivo, las puertas se cierran.
Mientras yo camino, el olvido frente a mí se cierra
y no deja más camino…
Y la soledad y la vida me dejan sin salida
y la lujuria de este día se pierde, pero no se olvida…
Y es que cuando cava el olvido,
las esquinas y las calles se vuelven vida,
y la vida se vuelve esquina sin destino.
No sé ni cómo, ni cuando te volví o volveré a ver,
pero la lúgubre manía de vivir
y la exhausta manía de vivir,
me nombra en lo alto y me recuerda los menos recordado.
Aquello ya olvidado,
aquello que en mis ojos se deslumbra
como los cielos se deslumbran cuando el sol cae
y cuando la vida, la lúgubre vida
y aquella esquina se vuelve,
y se cava en olvido.
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